La Patrulla Estatal de Washington, junto con el equipo de Respuesta contra el Cannabis (CERT), desmanteló dos operaciones ilegales de cultivo de marihuana en Bonney Lake y Orting, donde encontraron pesticidas con etiquetas en mandarín. Según las autoridades, estos productos son similares a químicos extremadamente tóxicos confiscados anteriormente en otros estados, conocidos por su peligrosidad tanto para humanos como para animales.
El uso de estos pesticidas en plantas de cannabis representa un riesgo grave para la salud del consumidor. Se trata del primer caso documentado de este tipo en el estado de Washington.
Dada la peligrosidad del hallazgo, el equipo SWAT se retiró del lugar y pidió apoyo de unidades especializadas en materiales peligrosos (HAZMAT). Cerca de 4.000 plantas de marihuana fueron destruidas y los terrenos fueron declarados contaminados por el Departamento de Salud del Condado de Tacoma-Pierce.
Dos residentes de Seattle, de unos 40 años, fueron detenidos bajo cargos de posesión ilegal de sustancias controladas con intención de distribución. La investigación sigue en curso. Las autoridades alertan sobre los riesgos del consumo de cannabis de origen ilegal, que podría estar tratado con productos químicos peligrosos.