Una población inesperadamente alta de carricero políglota ha sido detectada en cultivos de cáñamo industrial en Baja Sajonia, lo que podría abrir una nueva vía para su conservación.
Una sorpresa ornitológica ha emergido en el norte de Alemania. En junio de 2024, un estudio de aves reproductoras en Neurhede, Baja Sajonia, registró 26 machos cantores de carricero políglota (Acrocephalus palustris) en solo 27,5 hectáreas de cáñamo industrial (Cannabis sativa), lo que supone una densidad notable de 7,8 machos por cada 10 hectáreas.
El contraste es marcado: en las otras 669 hectáreas del área de estudio —que incluían hábitats más típicos de la especie como praderas húmedas, canales y zonas con ortigas— solo se encontraron tres machos.
Un refugio verde en paisajes agrícolas cambiantes
El carricero políglota suele criar en vegetación densa y húmeda, con especies como la ortiga, la filipéndula y el epilobio, preferentemente cerca del agua. Aunque está catalogado como de “preocupación menor” por la UICN a nivel global, en muchos países europeos su población ha disminuido de forma constante.
En Alemania, por ejemplo, entre 2003 y 2023 se observó una caída del 40 % en algunas regiones. En este contexto, el cultivo de cáñamo podría representar una alternativa inesperada: las plantas altas y densas proporcionan refugio, estructura y alimento similar al hábitat natural de la especie.
En julio de 2024, se observaron cuatro machos adicionales en tres campos de cáñamo sembrados más tarde. Algunas aves se adentraron hasta 74 metros en los campos, y en al menos seis casos se presume que hubo reproducción.
No es la primera vez
El vínculo entre esta especie y el cáñamo no es nuevo. Ya en 1819, el naturalista suizo Heinrich Rudolf Schinz mencionaba la presencia del carricero políglota en cultivos de cáñamo. En 1997, en Sajonia-Anhalt, se documentaron 12 machos en campos experimentales, y un año después se confirmó al menos un caso de nidificación.
Dado el retroceso de los hábitats naturales debido al uso intensivo de pesticidas, la reducción de tierras en barbecho y la mecanización agrícola, el cáñamo podría ofrecer un salvavidas ecológico, especialmente en Europa occidental y central.
Del estigma al recurso ecológico
Tras décadas de prohibición, el cultivo de cáñamo está resurgiendo en Europa. Sus semillas son ricas en proteínas y vitaminas; su aceite contiene ácidos grasos poliinsaturados; y sus fibras se utilizan en la industria textil y de materiales aislantes.
Este renacer puede ir acompañado de un nuevo rol ecológico: el de actuar como refugio para especies en declive. Si se gestiona adecuadamente, el cáñamo puede contribuir a crear espacios de biodiversidad en entornos agrícolas dominados por monocultivos.
Conexiones globales entre ecología y cultivo de cannabis
El potencial del cáñamo como hábitat de aves conecta con debates más amplios sobre el impacto ecológico de la industria del cannabis. En California, el conflicto entre el cannabis y el vino pone en evidencia tensiones por el uso del suelo, mientras que en Nuevo México la crisis del agua plantea desafíos de sostenibilidad. Alemania aporta ahora un ejemplo diferente, donde el cáñamo puede ser parte de la solución, no del problema.