Una nueva investigación clínica en Israel demuestra que una formulación médica de cannabis puede reducir significativamente los síntomas conductuales del trastorno del espectro autista (TEA) en población infantil y juvenil.
¿Qué revela el estudio?
Un ensayo clínico realizado en Israel ha descubierto que un extracto de cannabis con alto contenido de cannabidiol (CBD) y baja proporción de tetrahidrocannabinol (THC) puede mejorar de forma notable el comportamiento en niños y adolescentes con trastorno del espectro autista (TEA). El tratamiento se aplicó durante 12 semanas a 49 participantes de entre 5 y 21 años, divididos en dos grupos: uno recibió el extracto de cannabis y el otro, un placebo.
Quienes recibieron el tratamiento mostraron mejoras significativas en síntomas como irritabilidad, agresividad, hiperactividad y trastornos del sueño. Padres y cuidadores también reportaron una mejor interacción social y una mayor estabilidad emocional en los menores tratados con el extracto.
Tratamiento médico, seguro y controlado
El preparado utilizado en el estudio tenía una proporción de CBD a THC de 20:1, diseñada específicamente para evitar efectos psicoactivos y, al mismo tiempo, potenciar los beneficios terapéuticos. El producto fue administrado bajo estricta supervisión médica y ajustado a las necesidades de cada paciente.
El ensayo fue liderado por el Dr. Adi Aran, jefe de Neurología Pediátrica del Centro Médico Shaare Zedek en Jerusalén y una de las figuras más reconocidas en el uso clínico del cannabis medicinal.
“No estamos dando marihuana a los niños”, aclara el Dr. Aran. “Usamos un extracto médico controlado, con calidad farmacéutica, para ayudar a mejorar su calidad de vida”.
El especialista también insiste en que este tipo de tratamiento no debe confundirse con el uso recreativo del cannabis, ni intentarse de forma doméstica con productos sin control sanitario.
¿Cómo actúa el cannabis en el cerebro?
La base científica de este enfoque se encuentra en el sistema endocannabinoide, una red de receptores presentes en el cuerpo humano —especialmente en el cerebro— que regula funciones como el estado de ánimo, el comportamiento, el sueño y la respuesta al estrés.
En las personas con TEA, se sospecha que este sistema puede estar alterado. El CBD interactúa con estos receptores, ayudando a modular la actividad cerebral y a reducir respuestas emocionales desproporcionadas. Aunque los mecanismos exactos aún se están investigando, los resultados iniciales sugieren un efecto positivo en la regulación del comportamiento.
Una alternativa necesaria frente a opciones limitadas
Actualmente, no existe un tratamiento farmacológico específico para los síntomas conductuales del autismo. La mayoría de intervenciones se basan en terapias conductuales y apoyo educativo, que no siempre son suficientes en casos graves.
En ciertos contextos se recurre a antipsicóticos, pero estos pueden causar efectos secundarios severos, especialmente en menores. El cannabis medicinal podría representar una alternativa más segura y eficaz, siempre que se confirme su efectividad en estudios más amplios y prolongados.
Limitaciones del estudio y próximos pasos
A pesar de los resultados alentadores, los investigadores advierten que este estudio es sólo un primer paso. La muestra fue limitada y se necesita más investigación para evaluar la seguridad a largo plazo, definir dosis adecuadas y determinar qué perfiles de pacientes pueden beneficiarse más.
También es importante subrayar que los productos comerciales con CBD disponibles en el mercado no son comparables al extracto utilizado en el estudio. Carecen de control de calidad farmacéutica y pueden tener composiciones variables.
El equipo del Dr. Aran ya está planificando ensayos clínicos más amplios, con colaboración internacional, para continuar explorando el potencial terapéutico del cannabis en el tratamiento del autismo.
Más allá del autismo: el avance del cannabis medicinal
Este estudio forma parte de un creciente cuerpo de investigaciones sobre los usos médicos de los cannabinoides. Por ejemplo, recientes estudios han analizado la eficacia del CBD y CBG en el tratamiento del eccema (leer más), el uso del cannabis medicinal para aliviar el dolor crónico (leer más) y cómo las fundas de almohada con CBD pueden mejorar la calidad del sueño en profesionales sanitarios (leer más). Todo indica que el cannabis medicinal tiene un futuro cada vez más relevante en la medicina moderna.