Un avance decisivo en la genética del cannabis
Un equipo de investigadores de la Université Laval, en Quebec (Canadá), ha identificado 33 marcadores genéticos que influyen directamente en cómo la planta de cannabis produce cannabinoides —compuestos como el THC y el CBD que determinan sus efectos tanto terapéuticos como recreativos.
El estudio, publicado en la revista The Plant Genome, marca un antes y un después en el desarrollo de nuevas variedades de cannabis. Gracias a esta información genética, los criadores podrán cultivar plantas con perfiles químicos personalizados, optimizando tiempos, reduciendo costes y ajustando el cultivo a necesidades médicas o de consumo específicas.
«Este enfoque promete acelerar significativamente los procesos de mejora genética, reducir costes y garantizar que las variedades obtenidas estén optimizadas para fines concretos», señalan los autores.
¿Qué descubrieron exactamente?
El equipo analizó el genoma de 174 plantas de cannabis cultivadas en Canadá, cada una con niveles conocidos de compuestos como THCA, CBDA y CBN. Utilizando una técnica denominada genotipado de alta densidad, los investigadores estudiaron miles de marcadores moleculares repartidos por todo el ADN de la planta.
Mediante análisis estadísticos, identificaron 33 marcadores genéticos asociados a 11 rasgos relacionados con la producción de cannabinoides. Uno de los hallazgos más destacados fue una gran región de aproximadamente 60 megabases en un único cromosoma, estrechamente vinculada a las variedades dominantes en THC.
«Estos marcadores actúan como señales dentro del genoma del cannabis», explicaron los investigadores. «Indican con precisión qué plantas tienen el mayor potencial genético para cruzamientos futuros».
Un antes y un después para cultivadores e industria
Gracias a estos descubrimientos, los productores podrán abandonar los métodos tradicionales —basados en la observación externa y pruebas repetidas— y pasar a una selección genética precisa desde el inicio. Esto reducirá tiempos y mejorará la eficiencia de los programas de cultivo.
La genética ahora permitirá desarrollar variedades “a la carta”: con mayor CBD para tratamientos de ansiedad, o con alto contenido de THC para fines recreativos. Todo el proceso se vuelve más científico, controlado y rentable.
Corea del Sur descubre un nuevo cannabinoide
Mientras tanto, un equipo de investigación en Corea del Sur ha publicado en la revista Pharmaceuticals el descubrimiento de un nuevo cannabinoide, cannabielsoxa, además de seis compuestos conocidos y varias nuevas moléculas de tipo clorina aisladas de las flores de Cannabis sativa.
Utilizando técnicas cromatográficas y herramientas de análisis molecular, los científicos identificaron las estructuras de estos compuestos y evaluaron su toxicidad en células tumorales. Aunque el cannabielsoxa no mostró efectos tóxicos sobre células de neuroblastoma, su descubrimiento amplía el abanico de sustancias activas del cannabis con posible aplicación médica.
El cannabis entra en la era de la genómica
Ambos estudios reflejan una transformación profunda en cómo entendemos y cultivamos el cannabis. Lo que antes era una planta marginada, ahora se posiciona como un recurso clave en investigación genética, farmacología y agricultura avanzada.
Los científicos canadienses destacan que décadas de prohibición limitaron la creación de bancos genéticos y frenaron el avance de la mejora vegetal. Hoy, gracias a la genómica, el cannabis puede ser optimizado con precisión quirúrgica: desde su efecto farmacológico hasta su rendimiento agrícola.
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